¿Cómo trabajar el tema Valores en la familia y en la escuela? El 25 junio de 2009, Entre Padres organizó un encuentro virtual de padres y maestros de Brasil y Argentina con el Lic. Rolando Martiñá* para conversar sobre distintos aspectos relacionados con nuestro tema del mes Valores, en un intercambio sobre un tema que interesa más allá de las fronteras. A continuación, los mejores momentos de la charla.
Adriana: ¿Como se puede navegar en contra de la corriente? Como bien escriben en los textos propuestos es muy complicado hacer que prevalezcan los valores en los que creemos, en un mar de liviandad y banalidad. Por ejemplo, tengo una hija de 16 y es casi imposible que entienda que el viaje de egresados ya no tiene el sentido original y que se ha transformado en un negocio rentable para algunos y en una experiencia riesgosa y nada constructiva para los chicos.
Rolando Martiña: La vida es complicada, Adriana... Pero casi nunca deja de presentar oportunidades. Claro que para eso hay que poder renunciar a soluciones absolutas y definitivas, hay que ir aprendiendo sobre la marcha, como a ser padre o madre...
Alê: Soy maestra en Educación Infantil. Me gustaría hacerle una pregunta: ¿cómo trabajar con los padres el tema Valores? Porque yo puedo tener una visión y los padres pueden no coincidir con ella o no aceptarla. ¿Cómo quedan los niños?
Rolando Martiña: Alê, gracias por tu interesante pregunta. Sobre ese tema creo que es conveniente pensar en términos de aceptar la diversidad "privada" y acordar en lo que tiene que ver con el comportamiento "público". En la escuela convergen niños de diferentes familias, es imposible coincidir exactamente con todas en todos los aspectos... Pero es necesario encontrar aquellos criterios comunes que permiten y favorecen la convivencia en el "espacio público", o sea, por ejemplo, en la escuela...
Denise: Aprovechando la pregunta de Alê: la escuela debe transmitir los valores universales, tales como la tolerancia, la justicia, etc. Pero cuando los padres transmiten otros valores, ¿debemos oponernos a ellos frente a los alumnos? ¿Decirles que sus padres están equivocados?
Rolando Martiña: Hola Denise, gracias por tu pregunta. Lo mejor es no confrontar con los padres, sino asociarse a ellos y encontrar los puntos en común. Para eso es conveniente no tratar el tema VALORES así con mayúscula, con grandes palabras, como Justicia, Igualdad etc. Sino tratar de desarrollar estrategias para generar en los niños "conductas más justas" o "más igualitarias" en concreto. Igualmente, la escuela tiene derecho a plantear sus criterios valorativos para asegurar su convivencia y los padres deberán acordar con eso, como cuando uno concurre a un espectáculo o a una iglesia y asume y respeta los códigos correspondientes.
Mariana: Buenas tardes. En mi escuela hay alumnos que viven en orfanatos y son ridiculizados por sus compañeros. Me temo que empiece un debate y exponga todavía más a los niños. ¿Cómo debo actuar?
Rolando Martiña: Mariana: es un tema muy difícil, ligado a la discriminación de los diferentes. Siempre se debe buscar la estrategia que más CUIDE a los pequeños... A veces, plantear debates no es lo mejor, pero sí ingeniarse para proponer actividades que favorezcan "naturalmente" la integración. Es necesario crear un clima de confianza recíproca, en general, ANTES de iniciar debates que pueden exacerbar la confrontación.
Prigon: Profesor, ¿cómo hablar de valores para niños pequeños que piden regalos a sus padres todo el tiempo?
Rolando Martiña: Hola Prigon: disculpa si no entiendo bien, pero no veo la contradicción. Los chicos siempre han pedido y piden regalos a sus padres... Y los padres, en general, disfrutan dándoselos... De ahí a los abusos hay un trecho... Los abusos, siempre son malos, pero ser honesto o compasivo no se opone al deseo de recibir gratificaciones.
Vanerodrigues: ¿Cómo tratar el tema del "bullying", cada vez más presente en las escuelas sudamericanas, en cuanto una cuestión de valores, tanto para los que practican el "bullying" como para aquellos que sufren el acoso de los compañeros? ¿Y cómo los padres pueden participar de ese movimiento de combatir el "bullying"?
Rolando Martiña: Vane...Abajo podrás acceder al capítulo que escribí sobre ese tema en uno de mis libros.
http://www.educared.org.ar/entrepadres/seccion01/01/index.asp?id=1044&m=01&s=1
Zeh Roig: Buenas tardes, prof. Martiñá, creo que la crisis de la escuela es la crisis de la familia. La postura de los padres, hoy día, es defender de modo intransigente a sus hijos y cobrar abusivamente a la escuela. ¿Qué estrategias deberá plantear la escuela para equilibrar la relación padres-escuela-alumnos?
Rolando Martiña: Hola zeh roig: vivimos tiempos complejos, las relaciones entre personas e instituciones ha cambiado mucho por una serie de fenómenos ligados a la GLOBALIZACIÓN. Es largo de desarrollar, en mi libro "Escuela y familia: una alianza necesaria", Troquel, Buenos Aires, 2004, se puede rastrear. De todos modos, en concreto, debo decir que la escuela puede tomar iniciativas para lograr restaurar la alianza con las familias que está herida... La escuela puede generar un clima propicio para hacer sentir a los padres que son sus "socios" y no sus rivales.
Alê: Creo que el gran problema de la indisciplina escolar está relacionado a los padres de los alumnos. Uno conoce a los padres a través de los niños. O sea, el padre que no está muy preocupado con la educación de su hijo los deja hacer lo que quiere; mientras que hijos de padres que sí están preocupados con su educación son alumnos responsables, obedientes, tolerantes, que saben resolver conflictos. Educar es difícil y requiere paciencia y sabiduría.
Rolando Martiña: Alê: ser padre es algo que se aprende mientras se hace... En estos tiempos, el aprendizaje debe ser acelerado y es más difícil todavía... Además muchos padres quieren seguir siendo jóvenes de por vida y terminan igualándose a sus hijos y no pueden entablar con ellos la relación de asimetría necesaria para hacerse respetar... Está bastante claro que la iniciativa debe surgir de la escuela, tratando de no ubicarse en una postura de acusación, sino de colaboración... Estos tiempos nos tocaron y en ellos debemos encontrar soluciones a problemas nuevos... En otras épocas el problema era inverso: ni padres ni chicos tenían voz ni voto en las escuelas... Es así, es pendular, se trata de buscar el equilibrio.
Clarice: Una encuesta realizada recientemente en escuelas brasileñas ha señalado que más de un 90% de las personas en la escuela (alumnos, padres, maestros, funcionarios) tienen algún tipo de prejuicio. Y que ese prejuicio viene de la formación familiar. ¿Cómo cambiar esa realidad? ¿Qué papel juega la escuela y cuál es el de la familia?
Rolando Martiña: Hola Clarice: gran tema! Muy grande diría yo, y difícil de abordar en pocas palabras. El prejuicio es una constante humana que en su forma "benigna" es evolutivamente adaptativo, para organizar mentalmente la realidad diversa circundante. A veces, esos prejuicios son abusivos y afectan las relaciones con los otros; en esos casos, es necesario plantear y debatir el problema, pero no como si el prejuicio "en sí" fuese una patología, sino como un obstáculo para la convivencia. El enemigo es la RIGIDEZ. La escuela puede hacer mucho para flexibilizar las mentes de los alumnos y también de los padres, a veces a través de sus hijos...
Adriana: Quisiera colaborar de algún modo para revertir la indiferencia con que muchos padres y madres crían a sus hijos. Hay una gran mayoría que sigue a favor de la corriente general, porque es más fácil, porque no se lo cuestionan, por lo que sea. ¿De qué manera cree usted que podría trabajarse en ese sentido?
Rolando Martiña: Adriana: en mi libro mencionado antes, hay estrategias para desarrollar respecto de las familias. Una Escuela para Padres, podría ser factible pero, sobre todo, la transmisión de la idea de que ellos "son necesarios" como colaboradores y que la escuela valora y agradece que se acerquen no sólo cuando ha ocurrido "algo malo"; hay que cambiar el modelo de gestión. Los padres deben pasar de ser "invitados" a ser "socios", pero eso lleva tiempo, paciencia, tolerancia a la diversidad y adaptación a situaciones que NUNCA ANTES SE HABÍAN EXPERIMENTADO.
Ewfernandes: Yo trabajo en un barrio muy violento, en el que muchos padres están en la cárcel por causa de drogas. ¿Cómo tratar ese asunto con los niños que conviven con ello como parte de sus vidas?
Rolando Martiña: Ewfernandez: hay temas que son muy complejos, tanto para ser aclarados por esta vía como para resolverlos en la vida real... Esos niños seguramente necesitan un programa especial que debería ser consensuado con las autoridades del área de Justicia o legal. Una escuela común, con sus códigos habituales y sus recursos, difícilmente pueda abordar adecuadamente tales cuestiones. Igualmente, algo se puede hacer por los niños a pesar de todo: CONTENCIÓN, AFECTO, COMPENSACION POR SUS PENURIAS. Y ayuda para construir una noción de autoridad interior en la que seguramente están carenciados.
Giane: Aprovechando la pregunta de Ewfernandes, yo se lo digo: estos niños también tienen como referencia el "poder" y el "consumo", relacionados al tráfico de drogas. ¿Qué trabajo propone para romper ese encanto de "poder" y "consumo"?
Rolando Martiña: Giane: en pocas palabras, se trata, como en toda la educación, en realidad, de SUSTITUIR UN ENCANTO CON OTRO. Desde que uno nace se encuentra con "encantos" que pueden ser peligrosos para la salud o la vida. Es tarea de los adultos ofrecer los encantos que están al servicio de la vida para poder tolerar privarse de los otros, los que están al servicio de la muerte.
Zeh Roig: Gracias, profesor, por su respuesta! Basado en lo que estoy leyendo y en mi experiencia de educador veo dos situaciones de inversión de valores. Primero, la percepción de los padres y de los maestros respecto a los hijos/alumnos. Segundo, la inversión respecto a los propios alumnos/hijos frente a sus padres y maestros. En el primer caso, me acuerdo de una imagen reciente que vi en Internet: dos dibujos, uno que representa la educación en 1969, cuando padres y maestros hablaban y el hijo cabizbajo se callaba, y el otro dibujo, de 2009, retrata a padres e hijos insultando al maestro cabizbajo. Además, veo que el alumno-problema para la escuela tradicional es el alumno-modelo para la escuela innovadora, porque el hiperactivo, en realidad, es el alumno multifuncional que no se sujeta a quedar sentado, tan sólo escuchando. La percepción del alumno es que la escuela tradicional no lo contagia. ¿Qué piensa Usted?
Rolando Martiña: Zeh roig: muy bueno! Coincido en la descripción, somos la primera generación que dejó de temer a los padres para temer a los hijos y hemos pasado de un extremo a otro, efectivamente. Por eso dije antes que hace falta un ESFUERZO DE EQUILIBRACIÓN para no dar un nuevo golpe de péndulo y volver a las épocas en que el maltrato a los niños era habitual. Estos tiempos generan estas escuelas y estos padres y estos niños. Habrá que ingeniárselas para no repetir el pasado pero tampoco lanzarse al vacío.
*Rolando Martiñá, padre de dos hijos y abuelo de cuatro nietos, es Maestro Normal Nacional, Licenciado en Psicología clínica y educacional. Posgrado en Orientación Familiar, convenio Fundación Aigle- Instituto Ackerman de Nueva York. Miembro del Programa Nacional de Convivencia Escolar, Ministerio de Educación de la Nación. Consejero familiar y de instituciones educativas. Autor de "Escuela hoy: hacia una Cultura del Cuidado", Geema, 1997; "Escuela y Familia: una alianza necesaria", Troquel, 2003; "Cuidar y Educar", Bonum, 2006 y "La comunicación con los padres", Troquel, 2007. Mail de contacto: rmartina@fibertel.com.ar