En la vida escolar
de los hijos es esperable que surjan problemas ¿Qué actitud de los padres es
considerable como positiva? ¿Qué hacer ante las quejas de los hijos sobre el
colegio? ¿Qué motivos de quejas son los más frecuentes? ¿Qué hacer cuando el
colegio se queja del niño?
Los padres, en ocasiones, se enfrentan a la educación de sus
hijos con temores de no poder estar a la altura de los tiempos y los métodos
educativos. Pero no hay por qué sentirse así, no hace falta ser una persona de
gran cultura, ni gran nivel intelectual ni adquirir métodos de aprendizaje
especiales. Lo más importante que debemos tener es una actitud positiva y unas
expectativas razonables.
Existe un objetivo primordial: desarrollar en los hijos un
fuerte deseo de aprender acompañado de un sentido de la responsabilidad y
confianza en sí mismo para llevar a cabo las tareas escolares. Los padres deben
ser defensores de los hijos, guiarlos, apoyarlos y saber también quedar en la
sombra para que ellos asuman sus responsabilidades en el colegio.
Si un hijo quiere aprender y está convencido de que el
colegio es importante, el éxito está garantizado. El objetivo de los padres
debe dirigirse a fomentar una actitud positiva en los hijos y a darles motivaciones
para tener éxito en el colegio, cuanto antes, mejor.
La actitud de los padres ante el colegio y el modo de
comunicarla ejercen una fuerte influencia en los sentimientos de los niños. Aún
así, existen algunos problemas que
trataremos de resolver. Uno de ellos surge cuando el hijo se queja del colegio;
otro, cuando es el colegio el que se queja del niño; y, por último, podemos
hablar de cuando el profesor y el niño no se llevan bien, es decir, no hoy
entendimiento entre ellos. Analicemos cada uno de estos supuestos.
La primera cuestión que nos podemos plantear es cuando el hijo se queja del colegio. En primer
lugar hay que tener cuidado a la hora de interpretar sus quejas, asegurarse que
no existe una razón de fondo mas grave. Las quejas obedecen a diversas razones:
·
Algo o alguien le molesta.
·
Quiere encubrir algo más serio.
·
Quiere llamar la atención de los padres.
Algunas quejas reflejan luchas infantiles morales que forman
parte del desarrollo sano de cualquier niño. Los padres deben escuchar las quejas
para que el niño no piense que no se le toma en serio y aprender o distinguir
si surgen de un problema real en el colegio o no. La mayoría de los niños no
son capaces de describir con exactitud lo que les molesta y utilizan el colegio
como un todo ya que así es un objetivo fácil. Si se quejan de algo que nadie
puede comprobar pueden obtener comprensión, desviando la atención sobre el
colegio en general, frente al cual los padres ejercen poco control.
Otro motivo de queja es la injusticia. Cuando
el niño es uno más entre centenares y tiene que ajustarse a un complejo sistema
de normas y reglas, es raro que no se sienta injustamente tratado en algún
momento de su vida escolar Una situación injusta que se suele dar en los
colegios es la que se llama "de reacción posterior": un niño hace
algo a posteriori en reacción a algo que le han hecho a él. Lo podemos
describir mejor con un ejemplo: un niño le hace algo a otro (el profesor no
mira). El segundo niño reacciona atrayendo la atención del profesor quien ve la
segunda reacción pero no quién la provocó. El segundo niño recibe el castigo. Los
profesores son humanos y tienen sus defectos como cualquier otro profesional.
Uno de ellos consiste en la humana tendencia de tratar a los niños de forma
desigual. En ocasiones el profesor ''etiqueta" al niño al que le resulta
difícil librarse de ella.
Existen otros motivos por los que el niño puede quejarse,
como son:
·
El niño tiene dificultades con el profesor, con
algunas asignaturas o con las normas del colegio.
·
Algún/os niño/s se ensañan con él, le toman el
pelo, le excluyen del juego o maltratan.
·
Síndrome de separación: cuando pasa de la
guardería al colegio. En este caso el niño se quejará de todo e incluso puede
ponerse enfermo.
·
Hay niños que dominan la frustración mejor que
otros. Cuando no se consigue puede aparecer esto: "el profesor la ha
tomado conmigo".
·
Los niños que han dejado de ser dirigentes ya
sea por haber perdido a sus amigos (cambio de colegio) o ven que su papel no es
valorado, empiezan a quejarse de todo y a culpar al profesor o al colegio de su
"marginación".
·
El niño se queja del colegio para llamar la
atención de sus padres.
·
El niño siente temor al fracaso aún cuando tenga
éxito. Como el colegio provoca tensión, lo consideran responsable de sus males.
En muchos casos si el
profesor conociera la situación tendría capacidad de solucionarla, pero él no
es adivino... Solución: hay que transmitirle al niño la necesidad de que
comunique sus necesidades y sentimientos.
Ya hemos visto diversos tipos de quejas que puede hacer el
niño en relación con el colegio. Es necesario que llegado a este punto
analicemos ¿Qué pueden hacer los padres?.
Explicaremos las distintas posibilidades a través de los siguientes puntos:
1. Hablar y escuchar. Aceptar lo que dice el niño sin
juzgarlo y animarle a hablar libremente para obtener una visión global de los
motivos de la queja.
2. Proporcionar directrices. Si le preguntamos: ¿qué crees
que debes hacer?, ¿cómo puedes solucionar el problema?, ¿lo has discutido con
tus amigos del colegio?, etc., guiaremos al niño a la raíz del problema y a que
acepte la responsabilidad de resolver por sí mismo el problema.
3. ¿Qué quieres que haga?. Hay que conocer los deseos del
niño ya que a veces quieren quejarse pero no que los padres intervengan.
4. Consultar en el colegio. Dependerá de la gravedad de la
queja y de si el niño ha pedido nuestra intervención. Si la queja es seria y
tiene fundamento hay que concertar una cita con el profesor, el niño y los
padres.
5. Investigar el problema. La reunión no debe centrarse en
adjudicar culpas sino en investigar el problema.
6. Trazar un plan. Ayudar al niño a averiguar lo que debe
hacer en la siguiente ocasión.
7. Preguntar. Hablar con el niño de vez en cuando para saber
cómo van las cosas. Esta medida es preventiva y de esta forma garantizamos
estar debidamente informados lo que tranquiliza a todos, tanto al niño como a
los padres.
Hasta el momento hemos analizado la situación que se produce
cuando el niño se queja del colegio y qué pueden hacer los padres. Es necesario
también reflexionar sobre la situación que se produce cuando el colegio se queja del niño. Se
produce la queja cuando la actuación o conducta del niño dificulta el
funcionamiento de otros alumnos o el niño no respeta ciertas normas. Ante esta
realidad los padres deben tomarse en serio estas quejas:
·
El niño se resiste a la autoridad.
·
Maltrata a otros.
·
Muestra falta de respeto a los adultos.
·
Lleva objetos o sustancias prohibidas a las
aulas.
·
Destruye propiedades del colegio.
·
Muestra incapacidad para dominar sus impulsos.
Como sugerencias para solucionar estos problemas tanto si se
está de acuerdo con el colegio como si no, podemos dar las siguientes:
·
Oír ambas partes para llegar a la raíz del
problema.
·
Fijar el objetivo de conciliar las opiniones de
todos los implicados en la situación.
·
Procurar no culpar a alguien en concreto, y si
la situación requiere un castigo no eximir a las partes culpables de las
consecuencias (tampoco al niño).
·
Los padres deben averiguar de qué es responsable
su hijo y admitirlo. El niño debe tomar conciencia de su responsabilidad y el
colegio evitar que se convierta en víctima al niño.
·
Llegar a acuerdos y soluciones.
·
Establecer líneas de comunicación; qué hacer en
casa y qué en el colegio.
Si los padres
consideran justo el castigo, no prolongarlo en casa. Si hay que reforzar con
restricciones en casa hay que hacerlo en un periodo limitado.
Si los padres piensan
que el colegio trata la situación de forma injusta o erróneamente no hay que
someterse. Esto demuestra que no se han establecido relaciones adecuadas.
Más vale mantener el
tipo y la sonrisa. Que
el colegio conozca a los padres equivale a tener una póliza de seguros.
Por último, cabe hablar de otro tipo de conflictos que nacen
de las relaciones interpersonales y son aquellas situaciones que se resumen en
que el profesor y el niño no se llevan
bien. Generalmente los profesores sienten un profundo cariño por sus
alumnos y los niños les recuerdan durante toda su vida. Pero existe la posibilidad
de que no se entiendan. Son varias las razones que originan el conflicto:
·
La relación empezó mal.
·
Hay "conflicto de caracteres".
·
Hay postura punitiva del profesor injustamente.
·
El profesor ha herido con sus palabras al niño.
·
El niño se ha esforzado por adaptarse sin
conseguirlo, etc.
·
El niño reta al profesor para llamar la
atención.
·
Al niño le cuesta vivir las normas de
funcionamiento del grupo-clase.
·
Para resolver la situación hemos de tener en cuenta a la
apreciación de todas las partes implicadas, es decir, el profesor y el niño.
Los padres deberán ser los defensores de la verdad de la situación, y si es su
hijo la causa principal del conflicto elaborar la respuesta educativa correcta
en colaboración con el centro educativo. De igual manera colaborar con el
centro para introducir los cambios oportunos en el profesorado.
El primer paso es hablar con el profesor y en segundo
término con el tutor, jefe de estudios e incluso el director. Esta reunión será
entre padres, profesor y tutor-jefe de estudios-director (depende de la
complicación del caso e implicación del equipo directivo). Normalmente estas
actuaciones nos llevarán a feliz término pero si no fuera así, habría que
valorar otras opciones: Posibilidad de que pasara con otro profesor, consultar
con el Consejo Escolar...
Como resumen diremos que si cubrimos las necesidades de la Educación Preescolar,
Infantil y Primaria estaremos ayudando a que nuestros hijos triunfen en el
colegio ya que ésta época es fundamental en la vida escolar y a menudo no es
atendida y valorada por los padres. No olvidemos que el niño que necesita ayuda
en la Educación
Secundaria quizá no recibiera la guía paterna desde el
principio y en esto consiste la base de todo.
Fuente
Escuela de Padres
MEC
Ministerio de Educación de España