El involucramiento de los padres en las escuelas es un factor esencial a la hora de ingresar en el camino de la calidad educativa ¿Qué aspectos puede asumir esa participación? En esta publicación, se resume el punto de vista de la teoría sobre este tema.
La participación de los padres y madres de familia en la educación de sus hijos se asocia a una actitud y conducta positiva hacia la escuela, mayores logros en lectura, tareas de mejor calidad y mejor rendimiento académico en general. Una mayor participación de los padres reporta también beneficios a las familias, ya que aumenta su autoconfianza, el acceso a información acerca del funcionamiento de la escuela y permite una visión más positiva de los profesores y la escuela en general.
Por otro lado, Belleï et al. señalan que la promoción de la participación de los padres y madres de familia en la educación de sus hijos es una estrategia para promover cambios en el sistema educativo, ya que actúa como un mecanismo que:
a) presiona a las escuelas para entregar una educación de calidad;
b) demanda información sobre el rendimiento de sus alumnos;
c) enfrenta discriminaciones y abusos;
d) implementa mecanismos de responsabilidad y defensa de sus derechos en relación a los servicios que se le otorgan; y
e) plantea demandas respecto de esos derechos.
Reafirmando las ideas anteriores, Epstein y Sheldon señalan que las escuelas exitosas son aquellas donde existe una interacción efectiva familia-escuela-comunidad. Enfatizan también el papel central que juega la escuela en la promoción de estas interacciones, las cuales deben darse en uno y otro sentido. Una educación de calidad, comentan, sólo es posible si se establece una interacción efectiva entre los diferentes actores del proceso educativo (escuela-familia-comunidad).
Modelos para el estudio de la participación de los padres
Existen diversos modelos teóricos para explicar las formas en que se puede expresar la participación de los padres en la educación de sus hijos. Todos estos modelos se caracterizan por enfocar dicha participación como un fenómeno que puede darse en diferentes niveles y dimensiones. A continuación se presentan algunos de los más importantes y se señala la forma como cada uno de los modelos conceptualiza la participación.
Taxonomía de participación de padres de Martiniello.
Esta autora propone analizar la participación de los padres de familia desde las siguientes cuatro dimensiones:
1. Crianza: desempeño de las funciones propias de padres y madres, creando las condiciones económicas y psicológicas que permiten al niño asistir a la escuela.
2. Maestros: acciones que desarrollan los padres y madres para continuar y reforzar el proceso de aprendizaje del aula en la casa.
3. Agentes de apoyo: se refiere a las contribuciones que los padres y madres hacen a las escuelas para mejorar la provisión de los servicios (dinero, tiempo, trabajo y materiales).
4. Agentes con poder de decisión: los padres y madres desempeñan roles de toma de decisión que afectan las políticas de la escuela y sus operaciones (participación de padres en consejos escolares consultivos y directivos, o en programas de selección de escuelas/ vales escolares).
Niveles de participación de Flamey .
Se distinguen en este modelo cinco niveles posibles de participación de los padres:
1. Informativo: los padres y madres procuran informarse acerca de la escuela y el desarrollo del niño en la misma.
2. Colaborativo: los padres y madres cooperan en actividades de apoyo que requiera la escuela.
3. Consultivo: los padres y madres actúan como agentes consultivos de la escuela sobre diversos temas a través de las asociaciones.
4. Toma de decisiones en relación a objetivos, acciones y recursos: participación de los padres y madres en las decisiones académicas y administrativas de la escuela, ya sea a través del voto o de puestos en organismos administrativos.
5. Control de eficacia: los padres y madres adoptan un rol de supervisión del cumplimiento del proyecto educativo y de la gestión de la escuela.
Modelo de Epstein.
Según estos autores, la participación en la educación de los hijos abarca seis dimensiones:
1. Crianza: establecimiento por parte de los padres y madres de ayudas para el desarrollo de los niños y adolescentes; y un ambiente en el hogar que dé soporte a sus hijos como estudiantes.
2. Comunicación: diseño y conducción por los padres y madres de formas efectivas de comunicación con la escuela y los profesores, acerca de los programas de la escuela y el progreso de sus hijos.
3. Voluntariado: los padres y madres organizan la ayuda y soporte a la escuela y a las actividades de los estudiantes.
4. Aprendizaje en la casa: apoyo a los estudiantes con las actividades relacionadas con el currículo escolar.
5. Toma de decisiones: participación de padres y madres como representantes y líderes en los comités escolares.
6. Colaboración con la comunidad: identificación y utilización por parte de padres y madres de recursos y servicios de la comunidad para apoyar a las escuelas y sus familias; organización de actividades en beneficio de la comunidad que incrementen las oportunidades de aprendizaje de los estudiantes.
En este estudio se utilizó como marco de referencia el modelo de Epstein, ya que describe de manera más detallada los diferentes aspectos que incluye la participación familiar como apoyo a la educación escolarizada de los hijos. Sin embargo, se agregaron las expectativas de los padres y madres con respecto al desempeño académico de sus hijos.
Extraído de
Perfiles Educativos | vol. XXXIII, núm. 134, 2011 | IISUE-UNAM
Ángel Alberto Valdés Cuervo
Maestro en Investigación Educativa. Profesor investigador del Departamento de Educación del Instituto Tecnológico de Sonora. Líder del Cuerpo Académico de Procesos Educativos. Temas de investigación: familia y crianza, psicología educativa.
Maricela Urías Murrieta
Doctora en Educación, Instituto Tecnológico de Sonora. Profesora investigadora de esa misma institución. Temas de investigación: familia y crianza, y evaluación.
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