jueves, 26 de noviembre de 2009

Televisión familia y educación

         Hace algunos días, la academia de Educación de Argentina dio a conocer un pronunciamiento fuertemente crítico sobre  los efectos negativos del contenido de los programas televisivos sobre la sociedad.

         Especialmente estos efectos se dan  en mayor grado entre los sectores de "menor nivel educativo, los niños y los jóvenes", dice su declaración.


         Esta expresión de la Academia, es para reflexionar, también se refiere a "que en vez de ser el gran aliado de la educación, los medios son muchas veces su principal adversario".


         Un miembro de dicha Academia, Julio Labaké, tocó un punto esencial. Apunta al corazón de la justificación mediática de por qué se pasa o no un programa, al decir que "hay confusión entre el interés público y el consumo de la gente .lo que se consume no necesariamente es de interés público" y "no se le da al público lo que el público pide, sino aquello que se le acostumbra a pedir".


         Hubo consenso en la Academia en que los padres son "responsables y permisivos" frente a la vulgaridad y la pobreza e los contenidos televisivos y que muchas veces "renuncian al ejercicio de una autoridad sana".


         ¿Cuántos informes y pronunciamientos similares podríamos citar? . Muchos y de todas partes, incluso de nuestro país. Un informe elaborado por profesores de comunicación de la Universidad de Arizona señalaba años atrás que las escenas de contenido sexual son cada vez más frecuentes en las programaciones de las cadenas de televisión estadounidenses, en las que casi se ha duplicado su presencia en  los últimos siete años.


         El estudio se basa en un análisis de 1154 programas y fue realizado por encargo de Kaiser Family Foundation, de California.. La investigación mostraba algo que se ha ido extendiendo como un tsunami: en las horas de máxima audiencia es cuando se pone en pantalla la mayor cantidad de escenas con sexo, dado que un 92% de ellas muestran relaciones amorosas o algún tipo de referencia verbal  al sexo.


         Las seriales, tanto las humorísticas como las de estilo dramático, lo hacen en un 87%.El informe señala que hacia el año l998, las referencias y escenas de contenido sexual en la TV eran algo más de tres cada hora. Ahora están en el orden de las seis, antes en un 56% de las emisiones aparecían escenas o referencias sexuales, subiendo ahora al 70%.


         Este informe, cuyas conclusiones no eran en realidad ni novedosas ni exclusivamente estadounidenses, no hacía sino mostrar la exacerbación y deformación del sexo en la cultura actual, produciendo un divorcio entre sexo y amor entre el acto físico y la esfera moral.


         Por lo tanto, no nos puede extrañar el aumento de los embarazos en niñas y adolescentes, la baja en la edad del inicio sexual y el desborde permisivo que sobre esto hay muchas veces desde los propios hogares a los medios.


         Ni que decir, que la violencia, el sexo, el éxito a cualquier precio y los modelos trastocados de conducta humana, hacen un cóctel "molotov" que explota día a día en las diferentes sociedades del mundo.


         Es que estamos ante un verdadero asesinato del carácter de los niños y adolescentes, si por carácter entendemos destino.  El carácter que se forje en la juventud determinará su futuro y condicionará el de los que vendrán después de ellos. Si ese carácter fue mal formado, el resultado será una vida con dificultad de personalidad y relacionamiento.


         Lo fácil sería decir que la "TV es mala". O que tal o cual personaje o programa es culpable de transmitir valores perversos. Pero, en realidad el problema de la formación y educación de los niños y adolescentes es un deber prioritario que empieza en la familia y sigue en la escuela.


         Es la crisis de la familia y la decadencia de la educación que empiezan por la pobreza de su contenido filosófico y  valórico lo que le dio poder extralimitado a los medios como la televisión como formadores o deformadores del carácter.


         En México como en otras partes del mundo, un niño en edad escolar, pasa más horas delante de una pantalla de televisión que en la escuela, incluso la mayoría hace sus tareas frente al aparato.


         Una familia desunida y conflictiva y una paternidad de liderazgo espiritual, moral y afectivo débil o inexistente, una escuela que no transmite valores espirituales y éticos arrojan a los niños y adolescentes a un mundo confuso donde el mal se disfraza del bien, donde todo lo sagrado es ridiculizado y donde permanentemente estamos cruzando límites  y  cada nueva invasión es justificada por la anterior.


         Estamos creando modernos Frankestein a los que nada detendrá. Hay un viejo y conocido refrán que dice que el que siembra vientos cosecha tempestades.


         La responsabilidad del contenido de los medios es de nosotros los ciudadanos, por lo tanto a actuar.


 


© Lic. Washington Daniel Gorosito Pérez para Informe Uruguay


http://www.uruguayinforme.com/news/30102009/30102009_daniel_gorosito_educacion.php


 


 

lunes, 9 de noviembre de 2009

Aprender a estudiar

La adquisición de unos sencillos hábitos a la hora de estudiar puede beneficiar en gran medida al rendimiento escolar. Aprender a organizarse bien y ha sacarle el máximo partido al tiempo de estudio mejora notablemente los resultados académicos..

Cada vez hay mayor tasa de fracaso escolar y esta situación se puede mejorar en gran medida si enseñamos a nuestros hijos porqué, para qué y en beneficio de quien deben de estudiar, además de poner en práctica unos sencillos consejos y ofrecerles nuestro apoyo.

Estudiar en un ambiente adecuado.Para que el niño o el adolescente se concentre y saque mayor partido al tiempo que dedica es vital repasar si su lugar de estudio reúne los requisitos apropiados:.
 Debe estar solo en la habitación, en su escritorio, y evitar compartir el espacio mientras estudia o hace los deberes con el fin de evitar las distracciones o las molestias.
 No poner música. La única recomendada es la obra de Mozart siempre y cuando esté a un volumen muy bajo.
 La habitación debe estar bien ventilada, evitando ambientes cargados.
 La temperatura debe estar alrededor de los 20ºC (el calor adormece y aturde y el frío inquieta)
 Es preferible la luz natural, y en caso de luz artificial hay que procurar que no sea deficitaria y que las lámparas de sobremesa no enfoquen directamente al papel (para evitar destellos).
 La silla debe tener respaldo, la espalda debe esta recta y perpendicular a las piernas y éstas no deben colgar.
 El móvil, las videoconsolas, la televisión, y el ordenador (en caso de que no lo necesite) deberán estar apagados y preferiblemente fuera de su alcance, para evitar tentaciones.
 En la mesa o escritorio deberá tener los elementos necesarios para el estudio (libros, papel, lápices…) y eliminar todo lo innecesario para evitar también las distracciones.
 Vida saludable para ser un buen estudiante.

Un estilo de vida adecuado también incide en el rendimiento escolar por eso es muy importante tener en cuenta los siguientes consejos:.
 Dormir las horas necesarias, un adolescente debe dormir unas 8 - 9 horas y un niño algo más en función de la edad.
 Mientras estudia, deberá hacer un descanso de 5 o 10 minutos cada hora, o cada cambio de actividad, para asimilar mejor lo aprendido.
 La correcta alimentación es fundamental y está muy vinculada al rendimiento escolar. Es imprescindible empezar el día con un buen desayuno y es aconsejable realizar cinco comidas diarias siguiendo las pautas de la pirámide alimenticia.
 No es recomendable estudiar con hambre pero tampoco después de haber realizado una ingesta importante de comida.
 La práctica de ejercicio también beneficia al rendimiento escolar. Es recomendable tener actividad diaria y evitar la vida sedentaria frente al televisor o el ordenador, lo cual también beneficia en sus relaciones sociales.
 Tener la agenda bien organizada y contar con horarios preestablecidos para la realización de los deberes y horas de estudio.
 Ser constante en el hábito del estudio y no dejar pasar los días sin hacer nada. Para retener lo aprendido más vale estudiar poco y a menudo, que no hacer nada y luego estudiar de golpe para un examen.

Aprender a estudiar.
Para sacar mayor partido a las horas que se dedican al estudio es importante aprender a estudiar y a utilizar técnicas que sirven para retener mejor la información:.
 Hacer una planificación de lo que se va estudiar y el tiempo que se le va a dedicar siendo coherente.
 Realizar una visión rápida de lo que se va estudiar.
 Realizar primero una lectura rápida del texto a estudiar para hacerse una idea general y luego leer y analizar con mayor detenimiento lo que se está aprendiendo.
 Ver el beneficio de aprender lo que se está estudiando.
 Utilizar marcadores o lápices para subrayar las cosas importantes.
 Realizar gráficos y esquemas que resuman lo estudiado.
 Ampliar la información de los esquemas con frases e iconos que amplíen la información.
 Utilizar técnicas para potenciar la memoria. No hay que olvidar que los padres tenemos que apoyar a nuestros hijos en el estudio ofreciendo nuestra ayuda siempre que sea necesario. Debemos motivarlos, hacerles ver que es beneficio suyo, felicitarles cuando se esfuerzan (que no siempre es cuando aprueban), y consolarles cuando fracasan (y fracaso no es sinónimo de suspenso). Debemos ayudarles a conseguir sus metas y enseñarles que deben ser exigentes con ellos mismos

Fuente
http://www.clubmadres.com/
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