jueves, 29 de septiembre de 2011

El alumnado de primaria que duerme menos de nueve horas no rinde

Los hábitos familiares necesarios para favorecer el éxito escolar constituyen un complejo entramado ¿Qué perjuicio puede ocasionar dormir menos de lo aconsejable? ¿Qué competencias académicas puede perjudicar? El siguiente artículo periodístico trata estos temas.


Los expertos señalan que dormir menos de nueve horas, acostarse tarde y de forma irregular afecta a sus competencias académicas generales.
“La mayoría de niños duerme menos horas que las recomendables para su desarrollo intelectual, lo que se ve agravado porque el déficit de sueño no es recuperable. Este es el primer estudio con muestra española que comprueba el efecto de la pérdida de horas de sueño y los malos hábitos en el rendimiento académico de escolares de educación primaria”, declara a SINC Ramón Cladellas, investigador de la Facultad de Psicología en la UAB.

142 ALUMNOS DE DIVERSOS CENTROS
Los autores del estudio, que publica la revista Cultura y Educación, evaluaron a un total de 142 alumnos de primaria (65 niñas y 77 niños) procedentes de diversos centros escolares y sin alteraciones patológicas que afectan al sueño. A través de un cuestionario presentado a los padres, los investigadores recogieron sus hábitos y horas de sueño nocturno y, paralelamente, valoraron una serie de competencias académicas: comunicativas, metodológicas, transversales y específicas.
“Si bien el conjunto de la muestra duerme cerca de 8 horas, el hábito de sueño nos indica que un 69% de los estudiantes regresan a casa tres o más días a la semana después de las 9 de la noche o se acuestan al menos cuatro días semanales después de las 11 de la noche. Asimismo, los alumnos que duermen 8 o 9 horas tienen peor rendimiento que los que duermen de 9 a 11 horas”, apuntan los expertos.
“Teniendo en cuenta los resultados obtenidos, consideramos que dormir más de 9 horas y tener una adecuada rutina diaria favorece el rendimiento académico”, añade Cladellas.

POCAS HORAS DE SUEÑO Y MALOS HÁBITOS
El déficit de horas de sueño y los malos hábitos produjeron efectos negativos especialmente en las competencias más genéricas (comunicativas, metodológicas y transversales), fundamentales para el rendimiento académico. No obstante, en las competencias específicas, más relacionadas con aspectos cognitivos como memoria, aprendizaje y motivación, el efecto es menor y se ven alteradas sobre todo por pautas de sueño irregulares.
“De ese modo, la falta de horas distorsiona el rendimiento de los niños en el conocimiento lingüístico, en las reglas gramaticales y ortográficas, así como aspectos claves en la organización y compresión de textos, por citar algunos ejemplos. Son competencias básicas, de manera que si el alumno, debido a una falta de sueño desarrolla problemas en este aspecto, puede repercutir en todas las materias”, explica Cladellas.
Los autores concluyen que mantener una higiene de sueño adecuada a esta edad contribuye al desarrollo cognitivo positivo y sugieren el desarrollo de programas de prevención al respecto que empiecen por concienciar a los padres y maestros.
“Hoy en día existe una amplia preocupación porque los niños están muy pegados a la televisión, a las máquinas, a los videojuegos, pero no se le da la misma importancia a que tengan el hábito de irse a la cama siempre a la misma hora”, concluye Cladellas.

Fuente
Mas Salamanca.es

miércoles, 21 de septiembre de 2011

La publicidad conspira contra las campañas para reducir la obesidad infantil

Las nuevas tecnologías, de una u otra manera, inducen al sedentarismo y ellos además son más vulnerables a las propagandas que traen consigo malos hábitos alimentarios. Los siguientes párrafos tratan el tema.


                                                    

Las campañas para reducir la obesidad infantil no cumplen sus objetivos por culpa de la publicidad de alimentos y bebidas de alto contenido calórico. Un estudio del Fondo Mundial para la Investigación del Cáncer (FMIC) ha revelado que 9 de las 20 marcas favoritas de los niños en Inglaterra promueven alimentos insalubres.

De acuerdo con la investigación, empresas como McDonald's y Coca-Cola están entre los principales responsables.

El estudio subiere que las restricciones al márketing de alimentos no están funcionando, y que es necesario aumentar las restricciones a la publicidad de ese tipo de alimentos en programas de televisión que miran los jóvenes, aún cuando no estén clasificados como programas para la juventud.

Kate Mendoza, Directora de Educación en el FMIC, afirmó que "ya es bastante difícil para los padres conseguir que sus niños se alimenten saludablemente, cuando están siendo constantemente bombardeados con mensajes representando a la comida insalubre como deseable y divertida".

El psicólogo Abigael San comentó: "llenar las viandas de los niños con alimentos procesados y bocados dulces es una forma de evitar problemas y ahorrar tiempo, comparado con el trabajo de preparar comida fresca y saludable. Si la alimentación sana no es una prioridad afirmada en nuestra conciencia, los mensajes promocionándola no llegarán a destino".

Fuente:
The British Psychological Society, Gran Bretaña.
Síntesis Educativa                                                                                                              

martes, 13 de septiembre de 2011

La lectura en voz alta mejora la alfabetización y la compresión lectora

Si bien vivimos en un mundo donde las imágenes nos asaltan, y somos manipulados por medio de ellas, existen coincidencias en torno a la importancia de la lectoescritura, en los siguientes párrafos se informa sobre investigaciones realizadas al respecto. Se trata de leer en voz alta en forma temprana.


Un estudio recientemente publicado en los EEUU rescata la práctica de la lectura expresiva en voz alta durante la alfabetización temprana como herramienta didáctica, y muestra que los niños que leen fluidamente desarrollan mejor su comprensión lectora.

El Dr. John Begeny, profesor asociado de psicología escolar en la Universidad Estatal de Carolina del Norte (EEUU), ideó un programa para incorporar la lectura expresiva en voz alta al currículum y llevó adelante un estudio para verificar su eficacia.

El programa se conoce en inglés por su sigla HELPS (Helping Early Literacy with Practice Strategies o "Ayudando a la alfabetización temprana con estrategias de práctica"), y consiste básicamente en complementar la alfabetización ordinaria con la práctica de la lectura hasta alcanzar la fluidez.

La lectura expresiva es la habilidad de leer con suficiente precisión y velocidad, y también con expresión, esto es, interpretando los signos de puntuación correctamente. Cuando los estudiantes leen fluidamente, desarrollan una mayor capacidad para comprender lo que leen, y también aprecian más la lectura en sí misma.

Begeny se interesó por la lectura fluida porque es un componente que con el paso de los años ha sido despreciado en la enseñanza temprana de la lectoescritura, al punto que algunos estudios muestran que hasta un 40% de los estudiantes norteamericanos no saben leer en voz alta.

La investigación de Begeny demostró que incorporar la práctica de la lectura en voz alta efectivamente mejora no sólo la fluidez, sino también la comprensión lectora, en comparación con otros estudiantes sometidos a las didácticas corrientes.

El Dr. Begeny ha creado la Fundación HELPS desde donde distribuye en forma gratuita su programa (en los EEUU), y asegura que durante este año ofrecerá una versión en español del mismo.

"Nuestra idea es dar a los maestros una herramienta eficaz", sostiene Begeny, cuyo estudio fue publicado este mes en Learning Disabilities Research and Practice, con la firma de Begeny y Scott Stage, también profesor de psicología escolar en la Universidad Estatal de Carolina del Norte, las estudiantes de doctorado Courtney Mitchell y Mary Whitehouse, y el voluntario comunal Fleming Harris. La investigación fue financiada por la citada universidad.


Fuente: Science Daily, EEUU                                                                                            
Extraído de
Síntesis Educativa

lunes, 5 de septiembre de 2011

Ayudar con los deberes, una tarea difícil para los padres


Hay muy poco espacio en los medios para los temas relacionados con Educación, la superficialidad se ha naturalizado, como si la necesidad de entretenimiento fuese el fin superior. En la siguiente nota se trata el tema de las “tareas para la casa”, que muy probablemente han perdido importancia social.


Los chicos aprenden hoy matemática y lengua de forma menos mecánica que sus papás. Así, los adultos no entienden los ejercicios ni saben cómo apoyarlos. La falta de tiempo es otra complicación. Por los cambios en el método de enseñanza Y el poco tiempo

Dos más dos es cuatro, y “mi mamá me mima” tiene muchas “emes”. Dos conclusiones evidentes, pero los caminos para llegar a ellas no siempre son los mismos. Los chicos que hoy van a la primaria aprenden de una manera diferente a cómo aprendieron sus padres. Ahora se intenta que la enseñanza sea más razonada y menos mecánica. Por eso, para los papás, ayudar a sus hijos se puede convertir en una tarea difícil.

Involucrarse más y aprender junto a ellos es lo que recomiendan los especialistas.
En dos cuestiones hay consenso: hoy se aprende mejor y los papás deben participar de ese proceso para que su aporte vaya en el mismo sentido del trabajo que se hace en la escuela. Incluso preguntarle a los maestros tantas veces como lo hacen sus hijos, para comprender lo que se promueve en el aula.

“Las familias contribuyen en el proceso de alfabetización de los chicos –asegura Silvia González, coordinadora del área de Lengua en el nivel inicial del Ministerio de Educación de la Nación–. Alfabetizarse no es sólo aprender las letras. Se trata de aprender (las letras) en el marco de situaciones en donde se leen y se escriben textos”, grafica González. En este sentido, muchas veces aparecen errores de ortografía que sorprenden a los padres y los ponen un poco impacientes.

Algo similar sucede con la matemática. Ahora, en los cuadernos hay ensayos de procedimientos, conclusiones sobre la resolución y demás anotaciones. En la mirada de Graciela Chemello, coordinadora de Matemática en el nivel inicial del Ministerio de Educación, todas esas “anormalidades” chocan contra lo que los padres aprendieron en su momento. “Los padres pueden preocuparse al encontrar en el cuaderno huellas de errores que para los maestros juegan un papel constructivo en el aprendizaje. En la escuela de hoy, el cuaderno de matemática tiene diferentes funciones”, dice Chemello. “Los padres deben estar al tanto de las propuestas curriculares de cada escuela.
Si se quejan por la forma en que aprenden es que el canal de diálogo con la escuela falló”, explica Patricia Redondo, pedagoga e investigadora de FLACSO.

“Hay que incluir a la familia. Si se desliga, la escuela sola no puede”, aporta Ana Ravaglia, subsecretaria de Educación porteña. Según Ravaglia, en las escuelas hay foros de participación con los padres, en donde esta problemática aparece con frecuencia. También, las ocupaciones cotidianas, que son una carga para muchos padres que se sientan sin tiempo para ayudar a sus hijos con la tarea. “El exceso de tareas a veces sobrecarga a las familias”, agrega Redondo. “Si una mamá llega de trabajar y se encuentra con una montaña de tareas para hacer, hay algo que falla.

La tarea debe ser un complemento de lo que se aprende en el aula, una continuidad”.
Pero al mismo tiempo, a veces basta con pequeños gestos para estar a la altura de lo que necesitan los chicos. “Acompañarlos con la lectura y en los primeros pasos de la escritura es fundamental”, explica Marina Cortés, del área de Lengua del Ministerio de Educación. Según Chemello, también pueden ser importantes algunos juegos, como la generala, o hacerlos participar de actos cotidianos, como estimar el gasto al realizar una compra. Llegar a un mismo resultado es importante, pero mucho más será que padres e hijos puedan transitar juntos ese camino.

Fuente
San Luis 24

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