Muchas veces se afirma que la hora exige Escuelas Inclusivas, esto significa un cambio copernicano, respecto de las tradicionales “Escuelas selectivas”. Una de las aristas de esta verdadera revolución, está centrada en la acción tutorial ¿En qué consiste? ¿Qué debemos esperar de ella? Lo indiscutible es que se trata de un factor imprescindible.
Siempre se ha dicho que para que la educación sea efectiva tiene que existir un esfuerzo conjunto entre la escuela y la familia. Este esfuerzo conjunto exige una acción coordinada de cada uno desde su ámbito, que implique mensajes coherentes y una continuidad de las actividades y vivencias de nuestros hijos.
Esta coordinación del ámbito escolar y familiar es posible únicamente si existe un flujo de información adecuado entre la familia y la escuela. Para ello es imprescindible que el tutor o tutora de cada grupo clase este perfectamente informado y al día del proceso de aprendizaje de sus alumnos, y que pueda transmitir en forma efectiva esta información a las familias. Dentro de este proceso juega un papel fundamental la acción tutorial. En estas líneas se exponen algunas reflexiones a este respecto, ya que no siempre sabemos como padres y madres qué debemos de esperar de una entrevista con el tutor o tutora de nuestros hijos, y no siempre ni en todos los centros se ejerce una acción tutorial adecuada.
En primer lugar, debemos destacar que la acción tutorial es un esfuerzo conjunto de todos los docentes que intervienen en un grupo. En la etapa primaria es más fácil, porque casi toda la actividad docente se concentra en una persona, mientras que en la etapa secundaria debemos exigir que exista una alta coordinación entre todos los docentes que intervienen en un grupo, para poder permitir una información actualizada y precisa sobre la marcha de nuestros hijos.
En segundo lugar, tenemos que exigir que la acción tutorial tenga un carácter preventivo, es decir, que se anticipe a los problemas que puedan aparecer. Muchos tutores únicamente nos llaman cuando aparece algún tema conflictivo, o en el momento en el cuál algún problema ya ha aflorado, cuando con una prevención adecuada se podría haber tratado mucho mejor.
En tercer lugar, sea cual sea el resultado de la evaluación educativa de nuestros hijos, debemos exigir estar informados sobre la marcha de su proceso de aprendizaje. En la información que el tutor nos debe proveer no es suficiente que nos indique si globalmente va bien o va mal, sino también en qué competencias se destaca más o en cuáles muestra menos vocación y facilidad de aprendizaje. Esta información es fundamental cuando se acerca el final de la etapa de educación obligatoria, ya que en este momento es crucial que entre todos orientemos bien a nuestros hijos para que continúen la vía más adecuada para ellos.
En cuarto y último lugar, no siempre es suficiente una sola entrevista anual. El intercambio de información más frecuente entre la tutoría y la familia permite una acción educativa más efectiva por parte de todos.
Desde los consejos escolares o las APA debemos exigir la presentación de un Plan de Acción Tutorial que contemple todos estos aspectos. Es la única manera de hacer realidad un trabajo efectivo conjunto entre familia y centro educativo.
Autor
Walter García Fontes
Presidente de la Federación de APAs de Cataluña (FAPAC)
Revista de padres y madres de alumnos y alumnas
No hay comentarios:
Publicar un comentario