Actualmente estamos siendo testigos de una realidad que
salta a los medios de comunicación en relación con el sistema educativo, o más
bien, con su estado de salud, y es el consabido fracaso escolar: ¿realmente hay tanto fracaso escolar como se
dice?; si es así, ¿sabemos de forma fiable en qué etapas se da más y/o menos?;
¿coinciden los expertos en las causas que lo provocan?, ¿y en las
consecuencias?, ¿y en las posibles soluciones tanto desde casa como desde el
mismo sistema educativo?; ¿es verdad que España registra más fracaso escolar
que los países de su entorno? Por último, ¿si esto es una realidad que se
manifiesta desde hace años, incluso décadas, qué es lo que impide poner freno y
darle solución? En este artículo intentaremos reflexionar sobre estos puntos y
alguno más.
Es preciso, antes de nada, intentar definir qué entendemos
por fracaso escolar. En primer
lugar, hablamos de fracaso escolar cuando un alumno no consigue los objetivos
propuestos para su nivel y edad y existe un desaprovechamiento real de sus
recursos intelectuales. Es decir, en principio, el sistema se plantea unos
objetivos determinados para los individuos de una cierta edad y en el momento
que esos objetivos no se cumplen, hablamos de fracaso. Por tanto, visto así, el
fracaso afecta a todos y la punta del iceberg es el alumno que no tiene éxito.
Luego, podemos deducir, que es una persona, un miembro de la sociedad que
necesita ayuda y la sociedad tiene que saber responderle… ¿En verdad es así?
En España uno de cada cuatro niños fracasa en sus estudios,
con los consiguientes problemas que conlleva a nivel psicológico, emocional, de
autoestima, etc. Por materias, es en las áreas instrumentales (Matemáticas,
Lengua) donde aparece mayor fracaso muerte afecta a todos los humanos.
De todos ellos, sólo un 2% de los fracasos se debe a
factores intelectuales, mientras que alrededor de un 29% está originado por
trastornos de aprendizaje, entre los que destacamos la dislexia. La misma
proporción se debe a factores emocionales de todo tipo y un importante 10% se
debe al Trastorno de Déficit de Atención con o sin Hiperactividad (TDAH) Por
último hay que decir que el fracaso escolar puede deberse a las dificultades
acumuladas en el aprendizaje después de varios cursos.
Todos los informes que podamos utilizar vienen a coincidir
en que el niño tiene problemas de lectura y comprensión, que es lento a la hora
de captar el lenguaje oral, que le falta concentración, que su nivel de
atención es inconstante e insuficiente, que no está conectado en tiempo real a
lo que sucede, que no es maduro para entender lo que pasa a su alrededor, que
no es capaz de mantener una postura adecuada, que es desordenado, …Ante toda
esta información, seguimos insistiendo, ¿cuáles son las causas de esta
situación?
Las causas más reseñables son los trastornos de aprendizaje
y los trastornos emocionales. Las podemos enumerar del siguiente modo:
1. Intelectuales.
Como consecuencia de un desajuste entre la edad cronológica y la intelectual. Y no
solo porque exista una discapacidad manifiesta sino también porque, en ocasiones,
hay un bajo nivel de lectura comprensiva, asociada a una falta de vocabulario y
a la falta de hábitos de lectura.
2. Motivacionales.
Cuando no existe la actitud, la tendencia o atracción hacia el aprendizaje. La
desmotivación puede venir dada, entre otros factores, por una inexistente
correlación entre los contenidos impartidos en el aula y las necesidades reales
de una sociedad tan cambiante como la actual. Es importante que en estos casos, el niño
reciba estímulos positivos como el reconocimiento por los seres queridos, la
aceptación social y el logro de metas a corto plazo.
3. Falta de esfuerzo.
Muy unidas a las anteriores. Se trata de cuando dedica menos tiempo del
necesario o no aprovecha debidamente ese tiempo al hacer un estudio con escasa
intensidad, es decir, baja concentración, bajo nivel de comprensión y falta de
memorización de lo estudiado.
4. Orgánicas. Se
definen por problemas físicos que provocan cierto grado de absentismo escolar o
por enfermedad crónica que genera cierto grado de cansancio en el niño.
5. Emocionales. Se
dan tanto en niños con carencias afectivas como en niños sobreprotegidos, así
como en niños hiperactivos, inseguros o con exceso de fantasía. Estas causas
degeneran en trastornos del carácter acompañados de inestabilidad, cólera y
reacciones negativas hacia el profesor y compañeros lo que ocasiona importantes
dificultades de integración en el aula.
6. Falta de técnicas
y hábitos de estudio. El alumnado debe aprender a aprender. Deben saber cómo se
aprende y ello exige la utilización adecuada y en el momento y forma adecuados
de las técnicas de estudio correctas.
7. Programación
inadecuada. A veces existen tareas de excesiva dificultad para el nivel de
maduración del alumno. Otras veces se pretende que el alumnado alcance de igual
forma el mismo nivel.
Ya sabemos que las causas del fracaso escolar es múltiple y entre
ellos La televisión: según la Asociación de Telespectadores y Radioyentes, los
niños españoles son los más "teleadictos" de Europa con un 97% de los
chicos enganchados a la televisión unas tres horas y veinte minutos diarios por
término medio. La
revista Archives of Pediatric and Adolescent Medicine, de
julio de 2005, incluye tres estudios que relacionan el uso de la televisión con
las calificaciones escolares: en todos los casos, los niños que más televisión
ven, sacan perores notas.
Ante esta situación
que describimos y una vez que aparece el fracaso escolar, es decir, cuando el
niño empieza a traer suspensos a casa, ¿cuáles
son las reacciones que se dan?
1. Una gran parte de
padres tienen tendencia al castigo como primera reacción. El padre que recurre
al castigo, a los gritos no se ha preocupado del hijo durante las 10 o 12
semanas que dura una evaluación y se limita a llevarse el gran disgusto cuando
llega el boletín con las notas.
2. La reacción
anterior es acompañada de una búsqueda inmediata de profesor particular.
3. La humillación. Las
familias tienden a usar expresiones como "eres un vago", "no vas
a ser nada en la vida", "eres un inútil", etc. Lo que se está
generando es inseguridad en el chico por oír comentarios tan negativos como los
anteriores.
4. No hacer nada
después de los grandes gritos. Suele ser frecuente olvidarse del enfado cuando
ha pasado un poco tiempo y el chico vuelve a estar abandonado a su suerte. Los
padres vuelven a estar inmersos en la dinámica de sus preocupaciones, del día a
día y en una gran mayoría, se cae en el olvido del fracaso hasta la próxima.
5. Búsqueda de
información. No obstante, antes de tomar decisiones precipitadas, los padres
deben obtener información y la primera fuente de información es el propio niño,
el supuesto "fracasado" para ver las verdaderas causas, motivos del
hecho. También se puede concertar una entrevista con el tutor o con el profesor
específico con quien el niño ha presentado una nota negativa.
Por tanto, ante la situación de fracaso escolar, la familia adopta un papel prioritario
para la solución o intento de solución del mismo llevando a cabo distintas
acciones:
1. Hay que aceptar y reconocer que el hijo tiene
dificultades.
2. Demuestren que le quieren no por sus éxitos sino por él
mismo.
3. La información sobre todo lo relativo al centro educativo
es primordial.
4. Participen en las
actividades del centro educativo que precisen la presencia de los padres.
5. Muestren
predisposición y atiendan sus necesidades y preguntas en casa.
6. No cometan el
error de hacerle el trabajo (deberes) con el engaño y creencia de que así le
ayudan.
7. Háganle saber que
no saben la respuesta a las preguntas que hace su hijo y propónganle buscar
juntos la solución.
8. Potencien en el
hijo la confianza en sí mismo.
9. Permítanle que
tome decisiones y asuma responsabilidades.
10. No le comparen
con otros miembros de la familia.
11. Sean coherentes.
Si ustedes leen en casa, están transmitiendo una actitud positiva que se
contagia y es más fácil compartir aficiones.
12. No asedien a su
hijo con la idea del estudio.
13. Hablen con su
hijo para conocer mejor el problema antes de tomar decisiones que más tarde les
podrán llevar al arrepentimiento.
14. No amenacen ni
castiguen; hay otros caminos como el pacto, la estimulación…
15. Enseñe (si no lo
hacen en el centro educativo) a utilizar las técnicas adecuadas y a estudiar.
16. Evite transmitir
mensajes negativos como "no vales", "no sabes", "eres
mal alumno", etc.
17. Celebren sus
éxitos por pequeños que sean.
18. Las clases
particulares no siempre son la solución.
19. La ayuda de los
maestros suele ser muy valiosa siempre que los padres van a ellos con una
actitud adecuada. Los educadores tienen datos del rendimiento del chico y
observaciones de su comportamiento en clase.
20. Tener clara la
vocación profesional es la principal fuente de motivación del adolescente, por
lo que es fundamental ayudarle a decidir la carrera o profesión que quiere
estudiar. En este sentido, una buena orientación profesional puede dar buenos
resultados (es aconsejable acudir al orientador escolar del centro educativo)
21. Enséñenle a
apuntar las tareas en una agenda con precisión, a organizar el tiempo en casa
(hacer horarios con tiempos de estudio y de descanso), proponerse metas cortas…
Por último nos preguntamos si toda la solución recae y la
encontramos únicamente en el entorno familiar. Dicho de otra forma, ¿qué papel juega en todo este problema el
sistema educativo? Efectivamente, el sistema educativo también tiene algo
que decir y hacer. Ya decíamos al principio que es un problema de todos. En
resumen apuntamos algunas medidas que este sistema educativo español tan
cambiante pretende aplicar como solución o lucha contra el fracaso escolar:
1. Competencias
básicas. La lectura, la escritura y el cálculo (matemáticas) son los pilares en
los que se basará el aprendizaje del alumnado.
2. Repetir curso.
3. Examen de
recuperación o extraordinario.
4. Las evaluaciones
de diagnóstico en distintos momentos educativos pretenden velar por el estado
de salud del sistema.
5. Educación infantil
gratuita.
6. Más recursos para
los idiomas extranjeros.
7. Autonomía de los
centros.
8. Financiación.
Fuente
Escuela de Padres
MEC
Ministerio de Educación de España
No hay comentarios:
Publicar un comentario