El interés de los padres es una pieza fundamental en el rendimiento escolar de sus hijos. Pero ¿cómo acompañar su desempeño el estudio y las tareas si estamos trabajando?
El contraste entre el rendimiento escolar de los niños que se sienten apoyados por sus padres y los que no, es enorme. Así lo ha observado María Inés Goldenberg, profesora básica con veinte años de docencia: "A veces los niños pequeños que estudian solos no saben sin han comprendido bien las materias y llegan a la prueba inseguros y en desventaja respecto a sus compañeros".
Para la educadora, puede que en casa los hijos den una imagen de autosuficiencia y no pidan ayuda, pero necesitan la atención de los padres. No se trata de estar con ellos durante las horas de estudio -lo que es imposible para un porcentaje muy alto de padres y madres que trabajan-. Lo realmente importante es que los padres se interesen por lo que hacen sus hijos y que formen en ellos hábitos de estudio que desarrollen su autonomía."En general las tareas que llevan los niños a casa son sólo reforzamiento de lo que se ha visto en clases, y no deben representar mayor dificultad para los niños, pero es importante que las hagan diariamente", explica María Inés. Es deseable que las tareas se hagan siempre en un mismo lugar y a la misma hora; es necesario revisarlas cada día y hablar con los niños, y también con la persona que esté a cargo de los niños en esas horas, en caso de que no estemos presentes.
CÓMO APOYAR A LOS HIJOS QUE ESTÁN EN LA ENSEÑANZA MEDIA
En la etapa secundaria es mucho más evidente que el alumno debe ser autónomo y estudiar a conciencia llevando él mismo el control de los tiempos y las materias. Pero el rol de los padres sigue siendo importante.
Adriana Ahumada Bustos, Orientadora de segundo y terceros medios del Liceo de Niñas de Concepción aconseja a los padres de su establecimiento a poner atención sobre el estudio de sus hijos: "No es que los papás les hagan las tareas a los niños, sino que fiscalicen que exista un tiempo razonable para el estudio, de unas tres horas diarias como mínimo".
Cuando las niñas entran a primero medio en el liceo, se les exige bastante para velar por la creación de hábitos de estudio, entregando documentos y tareas destinadas a que aprendan a planificar y distribuir su tiempo. En los años que siguen, ya están en condiciones de internalizar estas cosas.
Algunas de sus recomendaciones coinciden con las que conocemos: es deseable disponer de un lugar físico adecuado para facilitar la concentración de nuestros hijos en sus estudios. Pero más allá de eso, los niños deben crecer en un ambiente armónico y evitar las discusiones frente a ellos, porque afectan su desempeño en la escuela.El apoyo de los padres, recalca Adriana, puede realizarse de maneras muy diversas. Por ejemplo, autorizando a las hijas a quedarse más tiempo en el liceo para estudiar en la biblioteca o, como ha ocurrido en algunos casos, organizándose entre los mismos padres para hacer reforzamiento al curso en alguna materia en particular.
Extractado de http://www.educarchile.cl/Portal.Base/Web/VerContenido.aspx?GUID=61a84ee8-cbd3-45dc-81c8-2aaa28e66a89&ID=98568&FMT=44
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