miércoles, 3 de agosto de 2011

¿QUE NOS DICE LA INVESTIGACIÓN SOBRE LA TAREAS PARA LA CASA?

Las "Tareas para la casa" (TPC), asignadas por los docentes a los alumnos, forman parte de nuestra cotidianidad. Cumplidas fielmente, o rechazadas, integran parte de los hábitos que hacen a lo que se considera "buen alumno". En los párrafos siguientes se resumen los resultados de las investigaciones sobre el tema. 
La relación entre tiempo utilizado  en las TPC y rendimiento académico ha sido foco de gran cantidad de investigación a nivel internacional.  Presentamos a continuación un breve sumario de algunas de sus conclusiones:
Tiempo utilizado en las TPC
Es clara y positiva la relación entre tiempo utilizado en las TPC y el rendimiento académico en los últimos cursos de Enseñanza Secundaria Obligatoria y en Bachillerato. La evidencia empírica de esta relación en Primaria es menos clara siendo los datos de la investigación inconsistentes y poco concluyentes.
El tiempo utilizado en las TPC explica solo parte de la variabilidad en los resultados académicos de los alumnos.
Estudios llevados a cabo en los Estados Unidos indican que los alumnos más pequeños (enseñanza primaria),  especialmente alumnos con  bajo rendimiento escolar, usan más tiempo en las tareas de casa. Entre los alumnos mayores (Bachillerato), la tendencia es inversa: son los alumnos con mejor rendimiento, aquellos que gastan más tiempo en las TPC.
Los estudios americanos indican que las chicas tienden a invertir más tiempo que los chicos en las TPC y los alumnos asiáticos dedican más tiempo a las TPC que alumnos de otros grupos étnicos. Estos alumnos asiáticos suelen aprovechar más el tiempo invertido en las TPC.
Diversos estudios internacionales sugieren que la relación entre el rendimiento académico y el tiempo utilizado en las TPC puede ser curvilínea.
Las correlaciones positivas y significativas entre tiempo gastado con las TPC y el rendimiento no deben ser tomadas como una evidencia de que, por sí solo, más tiempo invertido en las TPC conduce necesariamente a un elevado rendimiento.
Las TPC y las actitudes de los alumnos
De un modo general, los alumnos presentan actitudes positivas hacia las TPC y verbalizan su importancia para ayudarles a “ir bien” en la escuela. Actitudes positivas hacia las TPC se asocian con actitudes positivas hacia la escuela, y a la inversa.
La escasa investigación existente sobre las preferencias de los alumnos indica que a los alumnos no les gusta mucho las tareas diarias y de rutina que les son prescritas (e.g., tales como concluir o completar tareas inacabadas en clase). Prefieren, en general, tareas interesantes, desafiadoras y divergentes.
Las actitudes de los alumnos hacia las TPC suelen estar relacionadas con el género. Estudios recientes sugieren que las chicas tienden a invertir más tiempo con las TPC que los chicos.
La prescripción de TPC adecuadas en los primeros cursos de Primaria, cuya realización es apoyada por modelado y monitorización responsable de padres, o de otros adultos significativos (e.g., hermanos mayores), ayuda a interiorizar hábitos de estudio, desarrolla la organización y gestión del tiempo, instalando rutinas que serán útiles en cursos posteriores.

Implicación parental en las TPC
En general a los padres les gusta que las escuelas prescriban TPC, a pesar de que las TPC puedan ser, eventualmente, causa de conflictos entre padres, estudiantes y profesores. Seguidamente, se exponen algunos de los resultados derivados  de la investigación sobre este tema:
Los padres se implican más en las TPC cuando los chicos son más pequeños. El tipo y grado de implicación parental en las TPC se relaciona con factores de nivel socio-económico y cultural.
No hay datos de investigación que comprueben una relación clara entre la implicación parental y el rendimiento académico de los alumnos. No obstante, la evidencia sugiere que más que la cantidad de tiempo invertido por los padres en ese trabajo sobresale la calidad y tipología de actuación durante el tiempo utilizado con sus hijos.
La implicación de los padres en las TPC asume diferentes formas y, consecuentemente, distintas repercusiones en las notas de los alumnos. Es posible identificar padres que intervienen de forma apropiada, por ejemplo, posibilitando espacios adecuados y materiales apropiados  para que puedan estudiar. Otros padres actúan de forma menos apropiada; por ejemplo, haciendo las tareas por los hijos, planificando y controlando sus horarios de estudio sin permitirles ejercitar la libertad para actuar y la responsabilidad para asumir las consecuencias de sus actos.
La investigación revela como muy importante el apoyo de los padres y adultos a la autonomía de los niños.
La tipología de la implicación parental (e.g., lo que hacen, cuándo y cómo lo hacen), más que el tiempo usado, puede ser el factor clave del éxito de la interacción entre los padres y los hijos en el dominio de las TPC.

Extraído de
ESCUELA-FAMILIA:
¿ES POSIBLE UNA RELACIÓN RECÍPROCA Y POSITIVA?
Pedro Rosário*,
Rosa Mourão*,
José Carlos Núñez**,
Júlio António González-Pienda** y Paula Solano**
* Universidad de Minho (Portugal). **Universidad de Oviedo


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