domingo, 28 de octubre de 2012

Escuela y familia

La Escuela y la Familia tienen objetivos en común, pero su mutua aceptación no resulta sencilla. Trabajar juntos resulta indispensable, pero la complejidad de la tarea hace que sea un logro difícil de alcanzar. En los siguientes párrafos, el Lic. R Martiñá, autor de varios libros sobre el tema, nos brinda su “ultraresumen” al respecto.


 
Frente al desafío educativo.
La relación Escuela-Familia se ha vuelto compleja  y a menudo complicada, debido a multitud de causas, algunas de las cuales tienen que ver con las grandes transformaciones socioculturales ocurridas durante el siglo XX, que han afectado entre otras cosas, las relaciones adulto-niño.

Sin embargo, hasta hace poco tiempo, el tema no ocupaba un lugar destacado en la agenda educativa, aunque cualquiera que escuchara los comentarios de esos dos espacios simbólicos de maestros y padres, la “sala de maestros” y “la vereda, en la entrada y salida”, podría darse cuenta de la magnitud del conflicto.

No es un tema fácil, pero algunas orientaciones pueden ayudar a recomponer esa alianza, tratando de que padres y docentes puedan reconocerse como socios en una empresa común. Estas son:

_  Establecer la “regla de no descalificación”: ni los padres hablan mal de los maestros delante de sus hijos, ni lo maestros mal de los padres delante de sus alumnos. Los niños a salvo.

_  Tratar de modificar progresivamente la idea fuertemente arraigada de que “los padres van a la escuela por algo malo”. Es bueno invitarlos a celebraciones, conversaciones preventivas, participación en actividades, etc.

_  La idea de que es conveniente intentar “acuerdos mínimos” sobre la base de la convivencia escolar, sin pretender un acuerdo global sobre aspectos sobre los que las familias suelen mostrar mucha diversidad. La idea es: “Qué nos comprometemos a sostener en el ámbito escolar para asegurar el mínimo de bienestar necesario para realizar la tarea que es el sentido de la Institución”.

_  Proponerse renunciar a las ideas complementarias de “Escuela a medida- Familia ejemplar”. Aceptar la diversidad, pero sabiendo que no todo es negociable, y que la escuela tiene el derecho de establecer y hacer cumplir normas para los demás casos.

_ Acordar sobre un enfoque preventivo de la violencia, pero a la vez, de un sistema de sanciones y recompensas para los comportamientos abusivos de cualquier tipo. Las sanciones pueden ser punitivas (un mal por un mal) o reparatorias ( un bien por un mal), pero no pueden dejar de existir.

_ Asumir en conjunto que la Escuela se ha vuelto un lugar muy complejo y atravesado por conflictos en el que conviven no siempre pacíficamente “tres siglos”: la Institución del siglo XIX, los adultos del siglo XX y los niños del siglo XXI.
                                   
Autor
Lic. Rolando Martiñá
rmartina@fibertel.com.ar

Bibliografía:
“Escuela y familia: una alianza necesaria”, Troquel, 2003
“Cuidar y educar. Guía para padres y docentes”. Bonum, 2006
“La comunicación con los padres”, Troquel, 2007


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